Parte 2: Publi-periodismo turístico
Durante la década del 60, tanto el periodismo como el turismo se ven influenciados por el avance de la tecnología y del mercado global, lo que le abre la puerta a un periodismo turístico que responde a esta lógica. Tanto la información como el viaje se convierten en una mercancía, por lo que el periodismo turístico empieza a ser visto como un buen negocio para atraer anunciantes y público:
El siglo XX viene marcado por una serie de circunstancias que van a generar un desarrollo inusitado de los viajes. La primera de ellas es el amplio desarrollo de los transportes que va a permitir viajes rápidos y cómodos y que se pueda llegar a cualquier parte del mundo sin dificultades. La segunda característica es la democratización del viaje. A partir de la segunda mitad del siglo, los países industrializados irán alcanzando un nivel de vida que hará posible que los viajes sean asequibles a la clase media y se generalicen. La tercera particularidad es la concepción del viaje como placer en el marco de una cultura del ocio. (Forneas Fernández, 2004, p. 236)
En este sentido, Pérez Tzaquitzal (2017, p.43) puntualiza en que:
El auge de la prensa y las revistas especializadas en viajes en el siglo XX, coinciden con el crecimiento de la industria turística, por lo que muchas publicaciones sobre viajes adquieren un tinte publicitario. Aguirre Goitia y Fernández (2008) lo llaman periodismo turístico y le dan atribuciones eminentemente comerciales, como formar parte de la creación de imágenes de destinos que convenzan al público de viajar. Una tendencia que permanece en el ciberperiodismo de viajes.
La aparición de la televisión pondrá a la imagen a competir con el relato escrito y “la crónica viajera pasa de las manos de los poetas a las de los publicistas” (Forneas Fernández, 2004, p. 238). En 1960, en Perú nacerá la Asociación Peruana de Periodistas y Escritores de Turismo (Appet) que en 1975 pasa a ser Prensatur Perú, y ese mismo año, pero en Gran Bretaña se conforma el Gremio británico de escritores de viajes (BGTW por su siglas en inglés, British Guild of Travel Writers).
En 1965 se agrupan los periodistas eslovenos en la Asociación de Periodistas Turísticos de Eslovenia y en 1966 aparece en Costa Rica la revista Viajes, fundada por José Joaquín Fernández. En 1970 se crea la Asociación de Periodistas Turísticos de Chile (Aptur) que hasta 1986 contaba con el nombre de Asociación de Redactores de Turismo (ARTUR).
En 1971 nace la Asociación Libanesa de Periodistas y Escritores en Turismo (Aljet) y su en se momento presidente, Georges Kahy, confiesa en un artículo:
Después de tantos años de guerra, la tarea de la asociación resultó ser doblemente difícil. De hecho, los miembros de Aljet trabajan para promover la imagen del Líbano en el extranjero para que recupere su lugar de antaño en el mapa mundial del turismo. El mayor desafío que enfrentamos es cómo cambiar las mentes de las personas y eliminar sus prejuicios. Son reacios a venir al Líbano. Pero una vez allí, cambian de opinión y son los que lo promueven. NOTA https://www.lorientlejour.com/article/301916/Tourisme_-_Congres_et_organisation_de_voyages_LAljet_pour_promouvoir_limage_du_Liban_a_letranger_%2528photos%2529.html
En 1972, se publica por primera vez en Australia la guía Lonely Planet. Sus libros se volvieron populares entre los mochileros y con el tiempo se convirtió un imperio editorial de viajes.
En 1973 el periodismo turístico se consolida en Latinoamérica. El 3 de octubre se crea la Confederación Latinoamericana de Prensa Turística (Claptur) en Caracas, Venezuela, “siendo sus fundadores las asociaciones de periodistas de turismo de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela, y teniendo como primer presidente al periodista caraqueño Abelardo Raidi” (Manrique Guerra, 1998, p. 22.). Claptur organizó 27 congresos:
I Congreso de Claptur en Quito, Ecuador (1974)
II Congreso de Claptur en México DF, México (1975)
III Congreso de Claptur en Buenos Aires, Argentina (1976)
IV Congreso de Claptur en Medellín, Colombia (1977)
V Congreso de Claptur en Santo Domingo, República Dominicana (1978)
Vi Congreso de Claptur en Viña del Mar, Chile (1979)
VII Congreso de Claptur en México DF, México (1980)
VIII Congreso de Claptur en San Juan, Puerto Rico (1981)
IX Congreso de Claptur en Lima, Perú (1982)
X Congreso de Claptur en Caracas, Venezuela (1983)
XI Congreso de Claptur en Habana, Cuba (1984)
XII Congreso de Claptur en ciudad de Panamá, Panamá (1985)
XIII Congreso de Claptur en Mar del Plata, Argentina (1986)
XIV Congreso de Claptur en Curazao (1987)
XV Congreso de Claptur en en Medellín, Colombia (1988)
XVI Congreso de Claptur en San Juan de Puerto Rico (1989)
XVII Congreso de Claptur en San Pedro Sula, Honduras (1993)
XVIII Congreso de Claptur en Miami, Estados Unidos (1994)
XIX Congreso de Claptur en Orlando, Estados Unidos (1996)
XX Congreso de Claptur (Se desconoce el lugar) (1997)
XXI Congreso de Claptur (Se desconoce el lugar) (1998)
XXII Congreso de Claptur (Se desconoce el lugar) (1999)
XXIII Congreso de Claptur en La Habana, Cuba (2000)
XXIV Congreso de Claptur en Lima, Perú (2001)
XXV Congreso de Claptur en Medellín, Colombia (2000)
XXVI Congreso de Claptur en Panamá, Panamá (2003)
XXVII Congreso de Claptur en El Tuque, Puerto Rico (2004)
En octubre de 2004, Claptur organiza su última actividad y encuentro formal, marcando su 27° congreso el fin de una era para el periodismo turístico latinoamericano. En julio de 2011 durante la celebración del Seminario Internacional “Periodismo y Turismo” realizado en La Habana por el Instituto de Turismo José Martí, se intenta fallidamente refundar Claptur.
El mismo año que naciera Claptur, se funda la Asociación Colombiana de Periodistas y Escritores de Turismo (Acopet). Si bien la idea fue planteada en Medellín en 1972, se concreta un año después en Cali. Otros dos hechos de importancia se dan en Latinoamérica durante esta década: del 12 al 14 de agosto de 1977 se realiza en San Luis, Argentina, el Primer Encuentro Nacional para la Información Periodística del Turismo y el 27 de septiembre de 1977 nace la Asociación de Dominicana de Prensa y Turismo (Adompretur).
En 1979 los suecos conforman la Asociación de Periodistas Turísticos de Suecia y se crea la segunda organización de este estilo en Estados Unidos, la Asociación de Escritores de Viajes del Área de Bahía en San Francisco. En 1984 nace la Asociación Balear de Periodistas y Escritores de Turismo, quienes un año después se integran a la recién creada Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET).
Durante la década del 90 se consolidan suplementos de turismo en los principales periódicos del mundo; nace la Confederación Colombiana de Periodistas Económicos y de Turismo (1991); se crea Natja, la Asociación de Periodistas de Viajes de Norteamérica (1991), se funda la Travel Media Association of Canada (1994) y surge la Asociación de Periodistas de Turismo de Croacia (1996).
En 2009 es reactivado el Círculo de Periodistas Especializados en Turismo del Uruguay (Cipetur) que había nacido en 1992, pero llevaba una década de inactividad y se forma el Fórum Iberoamericano de Periodistas de Turismo entre las asociaciones nacionales de Uruguay (Cipetur recientemente reactivado), Chile (Aptur), Colombia (Acopet), República Dominicana (Adompretur), Brasil (Abrajet), España (Fepet) y tres organizaciones que cuentan en la actualidad solamente con un presidente, sin asociados, pero que continúan siendo parte del Forum: Apptur (Panamá), Cipturbol (Bolivia) y Prensatur (Perú).
Es estas décadas que se consolidan algunos mitos en torno al trabajo del periodista turístico (Ledhesma, 2017):
Mito 1: Si escribo de turismo me van a invitar de todos lados
En el inconsciente de muchos periodistas y seudoperiodistas existe la creencia de que si se dedican a escribir sobre turismo, le lloverán invitaciones de parte de cientos de hoteles, agencias y destinos. Es así como se termina viendo a muchos simpatizantes de la prensa turística siguiendo los rastros de cuanto ministro o gerente se le cruza para mendigar una invitación o un canje publicitario.
Es más, muchas personas se inician en el mundo de la comunicación turística buscando estos beneficios. Es cierto que se reciben invitaciones, pero no las reciben principalmente quienes andan pidiendo por ellas; las reciben quienes hacen bien su trabajo y quienes tienen llegada al público.
Mito 2: Cualquiera es periodista turístico
Con la masificación de Internet parece que hoy todo el mundo puede ser periodista, y como viajar es cada vez también más accesible, muchos pretenden ser periodistas turísticos. Miles de personas publican a diario sus historias de viajes en Internet. Cientos de blogueros publican a diario sus anécdotas turísticas. Y todo ello está muy bien, pero no por eso son periodistas.
Mito 3: Los periodistas turísticos promocionan los destinos
Se cree que el periodista debe promocionar destinos turísticos. Difundir los servicios brindados por distintas empresas. Participar de fam press e informar sobre todo lo bonito que un turista podrá encontrar si realiza el mismo viaje. Algunos ejemplos reales de los que prefiero no mencionar el destino en cada caso:
Se realizó taller para que periodistas turísticos aprendan sobre cómo promover el turismo en...
Se promociona a ... a través de 16 periodistas turísticos nacionales que están recorriendo la...
Periodistas turísticos de ... difundirán atractivos turísticos ...
Operadores y periodistas.... visitarán en verano ... para conocer y difundir sus atractivos turísticos.
Luego de recorrer sitios turísticos de ...periodistas promocionarán la zona como destino
vacacional.
Periodistas recorren provincia de ... para difundir la oferta de paquetes turísticos de ...
Periodistas de cadena internacional promoverán productos turísticos de ...
Y como ya sabemos, los periodistas informan, investigan, opinan y denuncian si es necesario, pero no promocionan ni publicitan nada. Ese es trabajo de los publicistas, los relacionistas públicos, los profesionales del marketing y nunca de los periodistas turísticos ni de ningún otro tipo de periodista.
Mito 4: Se debe publicar sobre turismo cuando llega la temporada alta o cuando sucede algo negativo
En los medios de comunicación generalistas, lo común es que el turismo aparezca en tapa o como nota principal en dos ocasiones: cuando sucede un accidente/hecho delictivo que involucra a turistas o cuando se acerca la temporada alta.
Pareciera ser que los medios de comunicación creen que solo se debe hablar de turismo cuando llegan las vacaciones o el fin de semana largo, o peor aún cuando sucedió alguna tragedia a turistas o en un destino turístico. Por ello siempre insisto en que los periodistas y quienes toman las decisiones en los medios de comunicación deben capacitarse para entender que el turismo es mucho más que lo que sucede en temporada alta o cuando acontece un hecho de inseguridad.
Mito 5: No debemos publicar sobre inseguridad porque afectaremos la imagen del destino
Si bien los medios generalistas se acuerdan del turismo cuando ocurre algo negativo, los medios especializados prefieren no informar sobre hechos de inseguridad por temor a perjudicar la imagen del destino y a perder los beneficios que puedan otorgarle el gobierno local. Y cuando barremos la basura debajo de la alfombra, el efecto es contraprudencial: los turistas viajan desprevenidos y se encuentran con la sorpresa cuando están en el destino, lo que hace que se vayan enojados y hablen mal del sitio.
Lo ideal es que los periodistas puedan brindar información equilibrada y dar cuenta de los grises, de lo bueno y de lo no tan bueno y sobre todo tener en cuenta que los turistas deben viajar informados, no engañados. Prevenir sin alarmar siempre será la mejor solución.
Mito 6: Las fuentes legítimas de la información turística son los funcionarios de gobierno, los directores de las empresas y los turistas
“Se consideran fuentes legítimas únicamente a los gobiernos, a las instituciones académicas, a las empresas, a las organizaciones que agrupan a empresarios y a los turistas. Dejando de lado la palabra de estudiantes, de trabajadores, de la comunidad local
y de otras organizaciones sin fines de lucro (Ledhesma, 2016, p. 68).
¿Los estudiantes no tienen nada que decir del turismo? ¿los trabajadores y profesionales no cuenta con información valiosa para dar? ¿y los habitantes del destino? Se les da mayor protagonismo en los medios de comunicación a los gobernantes que a los gobernados y a las empresas que a sus clientes. Sin embargo, todos estos sujetos tienen voz, cuentan con información valiosa y por ello, deberían tener un lugar en los medios de comunicación.
Mito 7: Si una empresa me invita con todo pago, lo aclaro al final de mi nota
Muchos periodistas y blogueros creen que si un destino o empresa los invita con todo pago, que están obligados a hablar bien y resaltar lo mejor que tienen. Y para hacerlo sin culpa, consideran que al aclarar al final de la nota que “la invitación y los gastos corrieron por cuenta de ...” se queda bien con dios y con el diablo, se pone en evidencia la situación al lector y no se pierden próximas invitaciones.
Desde ya cualquier código de ética periodística rechaza y sanciona estas prácticas. El código de Ética de las y los Periodistas Turísticos (2016) plantea en el artículo 47 que “...en el caso de participar de viajes de prensa, fam press, press trip o cualquier viaje al que es invitado por un ente gubernamental o empresa, dejar siempre bien en alto los valores periodísticos: el equilibrio informativo, la crítica honesta y la búsqueda del bienestar social y democrático por sobre todas las cosas”. Y el artículo 48 aclara: “No aceptar contratos de publicidad que impliquen la creación de una noticia o la realización de una entrevista con objeto de satisfacer intereses de una persona, una empresa o cualquier otra entidad”.
Miguel Ledhesma