Uribelarrea tiene 1282 habitantes, pero los fines de semana se multiplican porque la gente
huye de la ciudad a disfrutar del aire de campo y para disfrutar de las parrillas que están
ubicadas sobre el acceso Av. Valeria de Crotto y en los alrededores de la plaza central de
diseño octogonal, la Plaza Centenario, obra del ingeniero arquitecto Pedro Benoit (1889).
Detrás de la iglesia Ntra. Sra. de Luján, hay una historia de amor. Fue construida en recuerdo a
la difunta esposa del rico hacendado Miguel Nemesio de Uribelarrea, quien donó las tierras
para fundar el pueblo. Fue inaugurada el 18 de diciembre de 1890, coincidiendo con el
aniversario de su casamiento. Y fue elegida en 1996 por el director Alan Parker para rodar
escenas de la película Evita.
En el patio de la iglesia se encuentran los restos de Miguel Nemesio De Uribelarrea. En el
Jardín de la Divina Misericordia ,entrando a la izquierda, es posible apreciar una estructura de
madera, un tronco tallado de Jesús donado por la Escuela Don Bosco.
Los domingos hay feria artesanal para comprar productos regionales.
Hay construcciones de 1890 que aún siguen en pie en gran parte, como el almacén El
Palenque. En la estación ferroviaria, con los servicios reducidos desde la década de 1990, se
instaló el Museo de Herramientas "Leopoldo Rizzi".
Funcionan el Hospital Subzonal Especializado "Dr. Dardo Rocha", que atiende a alrededor de
100 pacientes neuropsiquiátricos con distintos retrasos madurativos; y la Fundación"Casa
Grande"; que ayuda a personas con discapacidades mentales leves y moderadas del lugar.
Muy cerca de la laguna de Lobos, apenas a 20 kilómetros, los visitantes aprovechan el viaje
para darse una vuelta por Villa Logüercio.
Uribelarrea es conocida también por su cerveza, ya que hay varios establecimientos que la
fabrican y venden también fuera del pueblo.
La parrilla ubicada sobre el acceso es una de las más concurridas. La cueva de Ruco,
especializada en parrilladas, es verdaderamente un lugar muy cálido y cordial. Su dueño está
constantemente pendiente de lo que a los comensales les falte o necesiten. Además la calidad
de la carne es excelente y no duda en regalar como “souvenir” una porción extra cuando se
van.
Silvia M. Vázquez
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