La casona ubicada a pocas cuadras del centro comercial de Zárate, Provincia de Buenos Aires, fue construida hacia 1870 por el hacendado Manuel José de la Torre Soler, familia tradicional emparentada con Soler, Rivadavia y Saavedra. La vivienda de líneas italianas fue realizada con columnas y el patio de las Glicinas con pozo de agua y aljibe separa las dependencias de servicio del núcleo de la casa. La misma fue donada en 1995 a la Municipalidad para convertirse en sede del Museo Histórico, luego de ser bautizada con el nombre de la esposa del dueño, Jovita Godoy.
Fue habitada durante más de cien años por tres generaciones de esta familia, Manuel José y Jovita, sus hijos: Carlos María y Ana María y los nietos: Ana América, Luis Arístides, Horacio Belisario, Manuel José, Hortensia y Ana María Pérez de la Torre, que supieron cobijar la presencia de ilustres visitantes como Domingo F. Sarmiento, Ricardo Balbín, Jorge Luis Borges, Raúl Alfonsín y Marta Mercader, entre otros.
La Quinta Jovita repite los elementos de la casa compuesta por la vivienda familiar, a la que se accede por el jardín situado sobre la calle Ituzaingó, definido como un sector abierto con bancos y macetero central.
Sigue la casa principal, un segundo patio de baldosas rojas y aljibe, delimitado por las dependencias de servicio, con anchos muros y tejas francesas, y finalmente, el parque posterior, extenso, con densa y frondosa vegetación que invita al paseo y en el que, en tiempos pasados, se disputara más de una riña de gallos. Por último, las caballerizas y cocheras, ubicadas lateralmente junto al acceso de carruajes sobre la calle Adolfo Alsina, completaban la composición. Todo este sector hoy ha desaparecido dando a un edificio multifamiliar.
La permanencia de “La Jovita” a través del tiempo, con la impronta que le dieron sus habitantes; con la carga histórica de los relatos familiares y con la espesura y particular belleza de los jardines circundantes que acentúan aún más el clima atemporal que parece envolverla, ha servido de inspiración a varios autores que la han evocado en poesía y en prosa como así también a fotógrafos zarateños que la han difundido a través de las imágenes que capturaron a través del tiempo.
Silvia M. Vázquez
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